12 canciones que jamás nadie ha podido escuchar

La música es algo connatural a la humanidad desde tiempos remotos. Los grandes pensadores, escritores, polígrafos, compiladores e historiadores han hablado sobre ella y gracias a ellos tenemos constancia de pasajes musicales que se han perdido o, simplemente, han pasado a la categoría de mito.


Vía: www.labrujulaverde.com | VICTOR R. VILLAR

Como no se han conservado ni siquiera por tradición oral, hay canciones que han pasado a ser leyendas de la Historia de la Música pero jamás nadie ha podido escucharlas, al menos hasta ahora. Entre todas ellas estarían estos temas que encontramos en pasajes recónditos de la literatura, mitología o folclore.

LA CANCIÓN DE LAS SIRENAS, DE LA ODISEA

La primera vez que aparecen en la narrativa las sirenas es en La Odisea, la obra por la que Homero es conocido. Ulises, nombre latino de Odiseo, logró escapar de este mito marino, unas bellísimas mujeres cuyo canto volvía loco a los marineros, que finalmente acababan ahogados. Siguiendo el consejo de la maga Circe hizo que su tripulación se tapara los oídos con cera para no escucharlas y él pidió ser atado al mástil de su barco para no caer rendido ante la sutil canción de las sirenas. Y pasó la prueba que el destino le había colocado.

LAS CANCIONES DE ORFEO

Orfeo es uno de los personajes clásicos de la mitología griega. Era un virtuoso de la lira que había aprendido a tocar con las enseñanzas del mismísimo Apolo. Con sus canciones enamoró a Eurídice y consiguió que el terrible Cerbero, el perro de varias cabezas, se durmiera en su descenso al inframundo, conocido como Hades, para rescatarla. Incluso, Orfeo se embarcó en la expedición de Jasón y los Argonautas y consiguió aplacar el poder que las sirenas tenían con su música.

EL DUELO ENTRE PAN Y APOLO

Pan era el semidiós de los pastores y rebaños en la mitología de Grecia. Tocaba la siringa, también llamada flauta de pan, pero estaba tan orgulloso de su arte que se atrevió a retar en duelo al dios Apolo para ver quién era el mejor músico solista. El tema que tocó Pan estremeció a los árboles y provocó que los animales bailasen; pero Apolo tocó un tema mucho más poderoso y el derrotado Pan fue desollado vivo.

LA MÚSICA DEL FLAUTISTA DE HAMELÍN

El flautista de Hamelín es una leyenda alemana trasladada a territorio irlandés, a la ciudad de donde toma su nombre. Se trataba de un músico contratado por el municipio para que con la música de su flauta cautivara a las ratas que lo infestaban. Cumplió su trato y los roedores acabaron ahogados en el río. Pero al volver a cobrar su trabajo se le negó y airado tocó una contagiosa melodía y se llevó a los niños muy lejos. ¿O también los ahogó? ¿O volvió pidiendo una recompensa más alta? El final de la historia varía dependiendo de la versión.

EL CANTAR DE LOS CANTARES

En el Antiguo Testamento el Cantar de los Cantares, también llamado el Cantar de Salomón, poco tiene que ver con alguna referencia a Dios, aunque algunos exégetas vieron en él una alegoría sobre el amor divino hacia Israel. En realidad era una canción de taberna que glosaba el amor carnal. Lamentablemente la música se ha perdido.

LA ARMONÍA DE LAS ESFERAS CELESTES

Se trata de un teorema filosófico planteado por Pitágoras que dice que los cuerpos celestes producen tonos musicales en su movimiento en el espacio. Esa música posee una perfecta armonía matemática inaudible por el hombre. Aristóteles lo replanteó en Sobre el cielo y Dante habló de esta música celestial mientras subía al cielo en la Divina Comedia. Más tarde, a finales del siglo XVI, el astrónomo Johannes Kepler intentó explicar el teorema pitagórico a través de observaciones científicas.

LA MÚSICA DE ERIC ZANN, DE H.P. LOVECRAFT

El genio de la novela de terror, H.P. Lovecraft, narró en su relato La música de Eric Zann lo que describe como música extraña. La trama se sitúa en una habitación desde la que el narrador escucha una música fascinante que procede del cuarto de ese extraño personaje. La música tocada por Zann con una viola la describe como “fantástica, delirante e histérica”. El personaje entra en un profundo trance mientras aparecen vientos sobrenaturales y se abre una profunda grieta en el espacio y tiempo de los que el narrador escapa por los pelos.

EL LAMENTO DEL DOCTOR FAUSTO, EN EL DOCTOR FAUSTO, DE THOMAS MANN

Thomas Mann reelaboró la leyenda del Doctor Fausto en 1947 introduciendo en ella a un compositor de música progresiva llamado Adrian Leverkühn, un trasunto de Arnold Schoenberg. Su don lo describe como un pacto con el diablo y llega a ser el mayor compositor de su época. Enfermo de sífilis y un tanto demente, su obra final es el oratorio ‘El lamento del Doctor Fausto’. Una pieza trágica y bárbara que nadie escuchará jamás.

LA SUPREMACÍA DE URUGUAY, DE ARMANDO BRONCA

Armando Bronca escribió en 1933 un relato titulado La supremacía de Uruguay, en él la música es el arma secreta para dominar el mundo. Su protagonista escucha una canción inspirada en el ‘Thanks’, de Bing Crosby. Al regresar a su país el mejor tenor regraba la parte más pegadiza. Entonces, usando un superamplificador manejado por control remoto el ejército urugayo lanza un arma letal que obliga a quien escucha esta música a ser totalmente malvado.

LAS CANCIONES DE TOM BOMBADIL, DE EL SEÑOR DE LOS ANILLOS

Tom Bombadil era un personaje creado por Peter Tolkien en El Señor de los Anillos que protegía los bosques alrededor de la Comarca. Siempre estaba cantando y sus canciones eran una especie de mantra para alejar a los malos espíritus, aunque también servían para revivir a Merry y Pippin después de que fueran atacados por una criatura. Nadie, salvo el propio Tolkien en su cabeza, escuchó jamás ese cancionero.

LAS CANCIONES DE FAWKES EN HARRY POTTER

Dumbledore lo decía en Harry Potter y la Piedra Filosofal, el primer libro de la saga de J.K. Rowling: “ah, la música…una magia más allá de todo lo que hacemos aquí”. En Harry Poter hay un montón de elegías hechizantes e himnos ocultos. Algunas de las más hermosas son las que canta Fawkes, el fénix de Dumbledore.

TRIBUTE, DE TENACIOUS D

Tenacious D es el grupo a lo Spinal Tap formado por el cómico y actor Jack Black y Kyle Glass. Son los autores de, en sus propias palabras, la mejor canción escrita jamás. Se trataba de un tema lo suficientemente poderoso como para alejar al demonio, que en una ocasión se le apareció mientras hacían autostop. Como no recordaban la canción decidieron grabar en 2011 una parodia como homenaje. Lástima.

Patricia Aloy
Patricia Aloyhttp://www.facebook.com/aloypatricia
Directora del Noticiero Digital Venezuela Sinfónica @vzlasinfonica www.venezuelasinfonica.com Los invito a leerlo! Caracas, Venezuela

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