¿Está la sociedad actual confundiendo las «músicas» y dando el mismo valor a «artes» diferentes, o por el contrario se debe dar cabida a las «nuevas músicas» del siglo XXI como el Trap, en la idea de que es un «tipo de música» más «de nuestro tiempo», tan válido e interesante como la «ópera»?. Esta es la pregunta que hacemos a los lectores de CODALARIO.
Vía: www.codalario.com
«Música pop», musicales, flamenco… Algunos de los más importantes teatros del mundo hace tiempo que han empezado a incluir dentro de su programación músicas que no forman parte de la mal llamada «música clásica». Festivales líricos como el de Peralada han vuelto a incluir este año en su programación nombres como el de Paul Ankaal lado deGustavo Dudamelo la óperaTraviata. Sucede algo parecido si echamos un vistazo a la programación del Teatro del Liceo de Barcelona, entidad que en el ciclo «Otros espectáculos» ha puesto alDúo dinámico,Diego el Cigala,AmaiaoManolo García. Orquestas como laOviedo Filarmoníaenvían el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: «Sinfónico, Zarzuela, Ópera, Ballet, Rock, Cine…tocamos toda la música que Oviedo quiera escuchar», casi poniéndose al servicio de los gustos musicales de los ciudadanos de Oviedo. Algo parecido sucede con el Teatro Real de Madrid, que en los últimos años ha dejado pasar por su sala aDavid Bisbal,India Martínez,Pet Shop Boys, entre otros, en lo que se ha venido en llamarUniversal Music Festival. Muchos teatros justifican esta inclusión desde un punto de vista económico. ¿Por qué no alquilar el teatro a todo tipo de «artistas»?, parecen preguntarse algunos de sus representantes al ver en esta opción una interesante manera de mejorar la economía de los coliseos. Importantes galardones musicales han optado por relegar a la «música clásica» a un lugar marginal, y poner delante «otras músicas» como el pop, rock, heavy, trap, etc…
Desde un punto de vista estrictamente artístico, ¿debe ser considerado en un mismo nivel de importancia la «música» de Amaiay la que cantaJuan Diego Flórez? ¿Necesita alguien comoAitana, de Operación Triunfo,una sala como la del Teatro Real cuando amplifica su música, o es quizás el prestigio asociado al edificio lo que buscan estos cantantes? ¿Está la sociedad actual confundiendo «las músicas» y dando el mismo valor a «artes» diferentes, o por el contrario se debe dar cabida a las «nuevas músicas» del siglo XXI como elTrap, en la idea de que es un «tipo de música» más «de nuestro tiempo», tan válido e interesante como la «ópera»?. Esta es la pregunta que hacemos a los lectores de CODALARIO.
Algunos programadores consideran esta inclusión un hecho puntual vinculado al interés económico. Otros parecen ver en este uso una costumbre necesaria in crescendo. ¿Veremos dentro de veinte años programada en la temporada del Teatro Real aRosalíaen el mismo ciclo queNadine Sierra? En su programa Proyecto Zarza, el Teatro de la Zarzuela ha comenzado a desarrollar espectáculos en los que los protagonistas poseen una vocalidad poco desarrollada técnicamente, más cercana a la de los musicales. La razón: «acercar la zarzuela a los más jóvenes». ¿Se está relegando el «arte vocal» a un segundo plano? La amplificación parece otro de los grandes enemigos de esta importante tradición lírica.
Algo parecido sucede con los musicales, un género que muchos teatros de ópera consideran, desde hace tiempo, al mismo nivel artístico que, por ejemplo, una ópera de Wagner. La ShreveportÓperade Estados Unidos ya ha anunciado en su programa del próximo añoEl hombre de la Mancha, al lado deLas bodas de Fígaro, de Mozart.