En la lucha contra el Alzheimer, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) ha encontrado una aliada inesperada pero poderosa: la terapia musical. Más que un simple tratamiento, esta práctica se ha convertido en un faro de esperanza para quienes enfrentan los desafíos de esta enfermedad neurodegenerativa.
A diferencia de muchas terapias convencionales, la terapia musical no requiere la intervención exclusiva de psicólogos. En cambio, se apoya en especialistas en musicoterapia, lo que la hace más accesible y versátil.
El corazón de esta terapia radica en su capacidad para estimular el cerebro de una manera única y efectiva. A través de la música, se logra revivir recuerdos olvidados, evocar letras de canciones que habían quedado sepultadas en la memoria y mejorar el lenguaje. La psicóloga de la UANL, Xóchitl Angélica Ortiz Jiménez, afirmó: “La música definitivamente tiene un efecto positivo en el cerebro incluso en pacientes que se encuentran en un estado de coma. Hay que recurrir a la música para estimular al cerebro”.
Las sesiones de terapia musical tienen una duración aproximada de 30 a 40 minutos y se llevan a cabo en grupos de cinco a quince personas en forma de talleres. Esta terapia no está limitada a psicólogos, ya que puede ser conducida por especialistas en musicoterapia, lo que amplía su alcance y disponibilidad.
Durante las sesiones, se utiliza una dinámica que consiste en crear una lista de canciones que sean de agrado del paciente y luego reproducirlas, fomentando que el paciente las cante por sí mismo. Además, se proporciona a los pacientes un instrumento musical para que puedan crear nuevas melodías, fomentando la expresión artística y la creatividad.
Los beneficios de la terapia musical son evidentes. Además de estimular el cerebro, algunas melodías logran que los pacientes se levanten y bailen, fomentando el movimiento y la actividad física. La música, con su capacidad evocativa, también ejerce un poderoso efecto sobre la memoria, permitiendo que los recuerdos y las emociones florezcan nuevamente.
En resumen, la terapia musical es una herramienta invaluable en el tratamiento del Alzheimer. Más allá de sus efectos cognitivos, esta práctica tiene un impacto emocional y físico profundo en quienes la experimentan. La música, en su forma más pura, se convierte en un bálsamo para el alma y una luz en el camino de quienes enfrentan la oscuridad del Alzheimer.
¿Qué es la terapia musical?
La terapia musical es un enfoque terapéutico que utiliza la música y sus elementos para promover la salud mental, emocional, física y social de las personas.
Se lleva a cabo por terapeutas musicales entrenados que trabajan con individuos o grupos para alcanzar objetivos terapéuticos específicos. Aquí hay algunos aspectos clave de la terapia musical:
Uso de la música: La terapia musical implica el uso activo de la música, ya sea a través de la escucha, la creación musical o la improvisación, como herramienta terapéutica.
Objetivos terapéuticos: Los terapeutas musicales diseñan sesiones de terapia musical para abordar una variedad de objetivos terapéuticos, que pueden incluir la mejora de la autoestima, el manejo del estrés, la expresión emocional, la comunicación interpersonal, el desarrollo motor y cognitivo, y mucho más.Es importante destacar que esta terapia no se limita a una simple distracción o entretenimiento, sino que se convierte en un vehículo para la recuperación y la mejora de la calidad de vida. La música se convierte en un lenguaje universal que trasciende las barreras de la enfermedad, permitiendo que las personas con Alzheimer se conecten con su propio pasado y con los demás de una manera significativa.
