Bayreuth/Berlín.- El festival wagneriano de Bayreuth, uno de los principales de la temporada operística, iniciará el martes una nueva edición con una nueva puesta en escena de «Los maestros cantores de Núremberg».
Los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y su esposa alemana Silvia, serán los encargados de dar brillo a la inauguración de un festival que el pasado año decidió cancelar la alfombra roja como muestra de respeto a los nueve fallecidos en el ataque perpetrado en Múnich por un perturbado que abrió fuego en un centro comercial.
La última vez que el festival contó con una presencia real de este calibre fue hace 30 años, cuando en 1987 acudió Carlos de Inglaterra, el heredero de la corona británica.
Entre un público con numerosas personalidades destacadas volverá a figurar la canciller alemana, Angela Merkel, que asiste todos los años a la inauguración en la célebre «colina verde» de la ciudad bávara. La nueva edición del festival se extenderá hasta el 28 de agosto.
La nueva puesta en escena de «Los maestros cantores de Núremberg» contará con la dirección de Barrie Kosky, el director general de la Ópera Cómica de Berlín. Mientras, la orquesta tocará bajo la batuta de Philippe Jordan, director musical de la Ópera de París y director jefe de la Orquesta Sinfónica de Viena.
Para Kosky la importancia de la obra reside en la ciudad. «Es muy importante cómo se presenta Núremberg en el escenario», comenta en entrevista con dpa. Al contrario que en otras óperas de Wagner donde se puede situar la trama en cualquier lado, en el caso de Núremberg no es posible, indica. «Núremberg es Núremberg. Sin embargo, no la Núremberg real como en un documental, sino más como una idea de Núremberg», explica sobre la ciudad bávara.
El director reconoce que llegar a la famosa «colina verde» el primer día de ensayo impone mucho, pero que tras comenzar a ensayar sus miedos quedaron atrás. «Siempre pensé: Oh, dios, es Bayreuth, es esta historia, esta historia familiar en el Tercer Reich, este culto pseudo-religioso…todas éstas eran razones para haber tenido que decir que no», recuerda.
«Tenía miedo de que los ensayos fueran duros, ya que el escenario es para mí un lugar de protección, un mundo cerrado durante las pruebas», indica. «Estuve nervioso hasta el primer día. Pensaba que había demasiadas sombras y fantasmas. Algo que también lo he notado como espectador. Sin embargo, el primer día aquí fue un día de una liberación fantástica. Wagner ya no tiene más poder sobre mi trabajo. Fue un sentimiento maravilloso«, agrega.
Antes del estreno, Kosky cuenta ya con la admiración de la directora del Festival de Bayreuth, Katharina Wagner, bisnieta de Richard Wagner (1813-1883). «Barrie Kosky es un director maravilloso», declaró hace unas semanas en un evento en la Universidad de la ciudad bávara. «Es una alegría contemplarlo», agregó.
Durante el festival se podrá disfrutar también de «Tristán e Isolda», con puesta en escena de la propia Katharina Wagner y dirección musical de Christian Thielemann, además de «Parsifal», dirigida por Uwe Eric Laufenberg, y la tetralogía «El anillo del Nibelungo» dirigida por Frank Castorf.
Será la última vez que se pueda ver esta obra bajo la dirección de Castorf desde que la estrenara en 2013. Entonces era la primera vez desde hacía 13 años que el festival presentaba una nueva puesta en escena de esta famosa tetralogía. Pero el estreno estuvo envuelto en polémica por su controvertida puesta en escena que suscitó numerosos abucheos en su premier.
Tras la muerte de Wagner, su viuda Cosima (1837-1930) continuó con la organización del festival. En los tiempos del nacionalsocialismo la cita musical vivió su capítulo más oscuro ya que el dictador nazi AdolfñHitler acudía con regularidad a Bayreuth.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el festival vivió un nuevo comienzo en la década de los 50 de la mano de los nietos de Wagner Wieland y Wolfgang Wagner. Tras la muerte de Wieland en 1966, Wolfgang Wagner (1919-2010) dirigió solo el festival hasta 2008. Después continuaron sus dos hijas Eva Wagner-Pasquier y Katharina Wagner. Posteriormente Wagner-Pasquier dejó su puesto.
«El anillo del Nibelungo» es la obra más emblemática del festival. Wagner dedicó 25 años a componer cerca de 16 horas de música que llevan a la perfección su idea de la «Gesamtkunstwerk» (obra de arte total), unión armónica de drama, música y artes visuales. El ciclo completo se estrenó en 1876 en el primer festival de Bayreuth.